Hace ya más de una década, Joseph Llobera, en su obra "El dios de la modernidad", trataba de responder con argumentos históricos al interrogante sobre cómo, durante los procesos de modernización de los países occidentales, el nacionalismo se ha convertido en un equivalente funcional de la religión, en una religión secular cuyo Dios es la nación.

Resumen El objetivo principal del artículo es ahondar en la experiencia de la tortura desde una postura fenomenológica con la finalidad de dilucidar las diferencias entre las posibles representaciones de la muerte que una persona puede experimentar y la vivencia de la tortura. De acuerdo con esta investigación, primero explicaré en qué sentido se tomará el fenómeno de la muerte, dando paso a la relación que el dolor y la tortura mantienen, para mostrar que la terrible naturaleza de esta (...) actividad no se encuentra ligada al violento proceso afectivo desencadenado mediante el dolor, sino a la impotencia que el ser humano siente al saberse torturado por otro. De esta forma, se rompe cualquier nexo que el torturado pueda tener con el mundo. La tortura no genera una experiencia realmente dada de la muerte, pero sí proporciona al sujeto trascendental la vivencia más cercana que podría tener de su propia muerte.The main objective in the article is to delve in the experience of torture from a phenomenological stance to elucidate the differences between the possible representations of death that a person can experience and the experience of torture. According to this investigation, first I explain in what sense the phenomenon of death will be understood, to give way to the relation that pain and torture have. In order to show that the terrible nature of torture it is not bound to the affective violent process that is triggered by pain, rather to the helplessness that the human being feels when it knows that he is being tortured by the other. In this way, the tortured breaks any nexus that it may have with the world. Torture does not generate a truly given experience of death, but it does provide the transcendental subject with the closest experience that he may have of his own death. (shrink)

El artículo examina el pensamiento de Wittgenstein sobre el lenguaje del dolor en la primera y tercera persona. Se subrayan ciertas diferencias gramaticales importantes, según el típico método lingüístico de este filósofo, no sólo respecto a esas dos perspectivas, sino también con relación al uso de verbos cognitivos como “sentir” y “saber”. El examen de muchos textos sugiere ciertos puntos acerca de las relaciones entre las vivencias personales, la captación empática de las vivencias ajenas y su traducción conceptual. Una breve (...) comparación con algunos textos de Tomás de Aquino completa la propuesta de la existencia de un conocimiento no intencional. (shrink)

Convencida de que con un deseo profundo de verdad y una atención sin límites se puede alcanzar la verdad, Simone Weil emprende un camino interior de búsqueda de la verdad, que tiene a la realidad como principal referente. La atención a lo real en su experiencia de trabajo como obrera, en su participación en los dramas de la guerra de España y la Segunda guerra mundial, durante el trabajo como profesora de filosofía, y a lo largo de tantos acontecimientos y (...) encuentros, supusieron para la filósofa un camino personal de hallazgo de lo sobrenatural, que generó una orientación metafísica en su concepción del mundo. Sin embargo, aunque tanto vital como intelectualmente Simone Weil atravesó varios umbrales, en su pensamiento permanece un mismo hilo conductor; esto puede comprobarse leyendo algunos escritos de juventud. El presente trabajo muestra etapas significativas de la vida y el pensamiento de Simone Weil, y considera igualmente vivencias de carácter místico al final de su vida, fruto de la irrupción en ella de lo sobrenatural como una dimensión de lo real. (shrink)

En este artículo se pone en discusión la aparente oposición de dos enfoques que sobre la experiencia de la literatura y las artes se han definido en la tradición académica. Por un lado, la experiencia como «vivencia» en la propuesta de Jorge Larrosa ; por el otro se expone la «experiencia de comprensión», vista desde la perspectiva hermenéutica de Hans Jauss, con esenciales aportes de la teoría de George Gadamer. Esto a fin de ver los límites y posibilidades de (...) estas dos teorías de la experiencia, de manera que se pueda tender un camino metodológico que reúna estas dos percepciones en el estudio de la literatura, sin negar sus diferencias, mas aun evidenciando su intrínseca complementariedad. Palabras clave: experiencia, literatura, comprensión, hermenéutica, teoría de la recepción. (shrink)

La resiliencia como vivencia del Reino de Dios es el título del libro escrito por María Stella Rodríguez Arenas, publicado en el 2015 por la editorial de la Pontificia Universidad Javeriana en Colombia. De cierta manera novedosa, la autora vincula la lógica que subyace a las parábolas del Reino de Dios, a los relatos de sanación y a las actitudes de Jesús, con la lógica de los procesos resilientes, presentando a Jesús como tutor de resiliencia.

Desarrollamos un análisis comparativo de las vivencias del dolor físico y de la imaginación desde la perspectiva fenomenológica. Partimos de la hipótesis de que ambas vivencias forman los estados límite de la vida consciente. Nuestro objetivo es mostrar las características esenciales de dichas vivencias y para ello seguimos los textos más relevantes de la tradición fenomenológica, especialmente los de Husserl y Sartre. Los de Husserl dedicados al cuerpo vivido y a las sensaciones táctiles, por un lado, y los dedicados a (...) la conciencia de imagen y a la fantasía, por el otro, son totalmente imprescindibles, y los complementamos con los de Sartre dedicados a la imaginación. Recurrimos también a estudios fenomenológicos actuales sobre ambas vivencias. En primer lugar describiremos la vivencia del dolor físico como una auto-afección que en casos de dolor severo destruye el fundamento de la constitución de sentido que es el cuerpo vivido. En segundo lugar, describiremos la imaginación como la reproducción de una experiencia posible. La conciencia como auto-afección es opuesta a la conciencia como reproducción de modo que, efectivamente, ambas forman los limites extremos de la conciencia humana como subjetividad encarnada. (shrink)

En primera instancia a modo de preámbulo el autor hace una semblanza de la vida de Julia Iribarne en la cual rememora algunos encuentros con la autora en sus visitas académicas a Colombia. Luego se plantea algunos temas con respecto al fluir de la conciencia en la experiencia, y la constitución de la identidad personal. Este tema tiene de trasfondo el problema de la experiencia humana del tiempo y de la constitución fenomenológica de la conciencia interna del tiempo. La hipótesis (...) que desarrolla siguiendo a la autora tiene que ver con la posibilidad de mostrar como el fluir originario del presente viviente, es condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo de la persona y de su identidad.First of all, as a foreword, the author makes a portrait of Julia Iribarne’s life, in which he remembers the time when she visited Colombia for academical reasons. Then he considers some topics in regard of the flowing of consciousness into experience concerning the forming of an individual’s personal identity. This topic has, as a background, the problem of the human experience of time and the phenomenological constitution of the internal consciousness of time. The hypothesis that it develops, following her, has to do with the possibility of showing how the original flowing of the living present is a required condition, but not enough, for the development of a person and his or her own identity. (shrink)

Esta investigación se centra en tres modalidades de vivencia del dolor que posibilitan un horizonte de encuentro con la alteridad. En primer lugar se lleva a cabo un análisis fenomenológico del sufrimiento como elemento de extrañamiento, presencia heterogénea que irrumpe en la existencia y altera su curso normal. A continuación se trata sobre la violencia, entendida aquí como una relación intersubjetiva en la que un individuo interactúa con otro a través del dolor, ya sea infligiéndolo o padeciéndolo. El trabajo (...) se cierra con varias consideraciones sobre la compasión, en tanto que supone una apertura hacia la intersubjetividad y un encuentro con una alteridad que se capta y manifiesta en su dimensión doliente. (shrink)

Resumen: Husserl propone una teoría sobre la intersubjetividad que parte de la conciencia trascendental como inserta en el mundo de la vida donde están los otros y donde la comunidad se construye bajo una estructura de esencias que garantiza la comunalidad. El mundo de la vida es dado y compartido por todas las conciencias intencionales y trascendentales, es condición para intuiciones empíricas y eidéticas, la epoché y las reducciones eidética y trascendental. Cada momento del método fenomenológico se basa en la (...) existencia de un mundo de la vida independiente de la subjetividad. En este mundo, hay objetos reales y, entre estos, los otros, reconocidos por analogía a través de la empatía. Desde una perspectiva metodológico-epistemológico, el yo es anterior al mundo y a los otros yos. El yo constituye, en sentido fenomenológico, la realidad. La conciencia es el lugar de evidenciación de la realidad. No obstante, en la perspectiva ontológica, es lo contrario. El mundo de la vida es anterior a la conciencia individual. El mundo de la vida está ahí, disponible, existente, independiente del sujeto, funcionando con su propio orden, con sus leyes y reglas. Es el yo el que esta insertado en el mundo de la vida y que se esfuerza por desvendarlo. La realidad se impone y el yo es, sobre todo, miembro de una comunidad de otros yos. Aun así, ¿cómo compartir las experiencias? Las vivencias pueden ser diferentes, pero hay un límite en las variaciones, un límite dado por la esencia del objeto vivido y por las leyes que rigen las relaciones de tal objeto. Así, la constitución del mundo y de sus objetos está permanentemente en progreso. Es posible donarles nuevos sentidos, en los límites de su esencia. Para Husserl, la constitución comunal del mundo es la condición de posibilidad para la existencia de sujetos separados unos de los otros, y este entendimiento recíproco solo es posible a través de la constitución trascendental de la objetividad. Así, no hay una separación entre la intersubjetividad y la constitución del mundo, es la comunidad de yos la que dona sentidos a las objetividades. En el mundo de la vida con los otros en comunidad. -/- Abstract: Husserl proposes a theory on intersubjectivity that starts from transcendental consciousness as inserted in the lifeworld where the others and where the community are built under a structure of essences that guarantees communality. The lifeworld is given and shared by all intentional and transcendental consciousnesses, it is a condition for empirical and eidetic intuitions, the epoché and the eidetic and transcendental reductions. Every moment of the phenomenological method is based on the existence of a lifeworld independent of subjectivity. In this world, there are real objects and, among these, the others, recognized by analogy through empathy. From a methodologicalepistemological perspective, the self is prior to the world and the other selves. The self constitutes, in a phenomenological sense, reality. Consciousness is the locus of evidence of reality. However, from the ontological perspective, it is the opposite. The lifeworld is prior to individual consciousness. The lifeworld is there, available, existing, independent of subjectivity, functioning with its own order, with its laws and rules. It is the self that is inserted in the lifeworld and that strives to unveil it. Reality prevails and the self is, above all, a member of a community of other selves. Even so, how to share the experiences? The experiences can be different, but there is a limit in variations, a limit given by the essence of the lived object and by the laws that govern the relation of the object. Thus, the constitution of the world and its objects is permanently in progress. It is possible to give them new meanings, within the limits of their essence. For Husserl, the communal constitution of the world is the condition of possibility for the existence of subjects separated from each other, and this reciprocal understanding is only possible through the transcendental constitution of objectivity. therefore, there is no separation between intersubjectivity and the constitution of the world, it is the community of selves that gives meaning to objectivities. (shrink)

Since Mill's seminal work On Liberty, philosophers and political theorists have accepted that we should respect the decisions of individual agents when those decisions affect no one other than themselves. Indeed, to respect autonomy is often understood to be the chief way to bear witness to the intrinsic value of persons. In this book, Sarah Conly rejects the idea of autonomy as inviolable. Drawing on sources from behavioural economics and social psychology, she argues that we are so often irrational in (...) making our decisions that our autonomous choices often undercut the achievement of our own goals. Thus in many cases it would advance our goals more effectively if government were to prevent us from acting in accordance with our decisions. Her argument challenges widely held views of moral agency, democratic values and the public/private distinction, and will interest readers in ethics, political philosophy, political theory and philosophy of law. (shrink)

Resumen:Durante los últimos años nuestra cotidianidad ha sido afectada por una larga experiencia de encierro, producto de la pandemia de COVID-19. ¿Pero es realmente nueva la experiencia del encierro? En el siguiente texto intentaremos examinar la relación entre temporalidad y encierro, a la luz de las experiencias del sufrimiento y la depresión melancólica tematizadas por Lévinas y Maldiney. Así, mostraremos que ambas vivencias conllevan una clausura al tiempo de la trascendencia que nos mueve a preguntarnos si acaso el encierro existencial (...) agota su sentido en su dimensión puramente espacial.Palabras clave: tiempo; encierro; fenomenología; sufrimiento; depresión. (shrink)

La tesis que deseo discutir en este trabajo es la siguiente: las ciencias humanas (ciencias del espíritu según Dilthey, ciencias histórico-hermenéuticas según Habermas) son posibles en la medida en que pueda ser epistemológicamente justificado el método que las hace posibles, a saber, la comprensión hermenéutica del sentido cuyo núcleo central lo constituye el círculo hermenéutico. Se trata, pues, de justificar epistemológicamente la hermenéutica como comprensión del sentido de las vivencias propias y ajenas, para lo cual es preciso analizar la reflexividad (...) y reciprocidad que impregna la estructura del lenguaje ordinario. En el diálogo que Habermas establece con Dilthey en Conocimiento e interés aparecen los suficientes argumentos para dicha fundamentación. Nuestro texto hará especial hincapié en los siguientes tópicos: distinción entre ciencias de la naturaleza y ciencias del espíritu, comprensión hermenéutica del sentido, lenguaje ordinario y reflexividad, especificidad del círculo hermenéutico, ciencia y contexto vital, y, finalmente, haremos un balance de la interpretación habermasiana de Dilthey a partir de las relaciones entre ciencias histórico-hermenéuticas e interés práctico del conocimiento. (shrink)

I argue that it can be morally permissible to coerce people into doing what is good for their own health. I discuss recent initiatives in New York City that are designed to take away certain unhealthy options from local citizens, and argue that this does not impose on them in unjustifiable ways. Good paternalistic measures are designed to promote people's long-term goals, and to prevent them from making short-term decisions that interfere with reaching those, and New York's attempts to ban (...) the sale of sugary drinks larger than 16 ounces and the use of trans fats fall within those parameters. Given our tendency to cognitive bias, we need help in making choices that truly instantiate our values. (shrink)

De Marco and colleagues claim that the standard account of invasiveness as commonly encountered ‘…does not capture all uses of the term in relation to medical interventions1 ’. This is open to challenge. Their first example is ‘non-invasive prenatal testing’. Because it involves puncturing the skin to obtain blood, De Marco et al take this as an example of how an incision or insertion is not sufficient to make an intervention invasive; here is a procedure that involves an incision, but (...) it is regarded as non-invasive. However, this ignores the context, and the term should really be understood in reference to the fetus. It is hard to believe healthcare professionals regard taking blood to measure, for example, ferritin levels as invasive but taking blood to look for fragments of fetal DNA as not. If anyone uses the term thinking it is not invasive to the mother, the solution would be to call it invasive, not redefine what is invasive. De Marco and colleagues’ second example is describing electroconvulsive therapy (ECT) as invasive. However, this is not borne out by their referenced papers. The first cited source is about non-invasive brain stimulation2 and only contains a single sentence about ECT. This sentence may suggest that their view is that ECT …. (shrink)

A compelling argument for the morality of limitations on procreation in lessening the harmful environmental effects of unchecked populationWe live in a world where a burgeoning global population has started to have a major and destructive environmental impact. The results, including climate change and the struggle for limited resources, appear to be inevitable aspects of a difficult future. Mandatory population control might be a possible last resort to combat this problem, but is also a potentially immoral and undesirable violation of (...) human rights. Since so many view procreation as an essential component of the right to personal happiness and autonomy, the dominant view remains that the government does not have the right to impose these restrictions on its own citizens, for the sake of future people who have yet to exist.Sarah Conly is first to make the contentious argument that not only is it wrong to have more than one child in the face of such concerns, we do not even retain the right to do so. In One Child, Conly argues that autonomy and personal rights are not unlimited, especially if one's body may cause harm to anyone, and that the government has a moral obligation to protect both current and future citizens. Conly gives readers a thought-provoking and accessible exposure to the problem of population growth and develops a credible view of what our moral obligations really are, to generations present and future. (shrink)

Dans les sociétés modernes, le respect de l'autonomie est souvent considéré comme la voie royale menant à la reconnaissance de la valeur intrinsèque des personnes. Or, la philosophe américaine Sarah Conly refuse d'emprunter la voie de la sacralisation de l'autonomie. Puisant aux sources de la philosophie, de l'économie comportementale et de la psychologie sociale, elle montre plutôt le caractère irréfléchi de nos décisions et soutient en conséquence que certains de nos choix, présumés autonomes, sont en grande partie nuisibles à l'atteinte (...) de nos propres buts fondamentaux : être en santé, libre et heureux. Nous sommes des êtres rationnels, mais le sommes-nous vraiment dans notre vie de tous les jours? Croyons-nous vraiment être capables de toujours prendre les bonnes décisions? Pour Sarah Conly, dans de nombreux cas - sécurité routière, saine alimentation, retraite -, nos aspirations seraient mieux réalisées si l'Etat nous empêchait d'agir en fonction de nos seules intuitions ou convictions premières. Tel est le sens du paternalisme coercitif, dont l'auteure entend montrer les bienfaits. Une telle prise de position remet largement en question les vues habituelles sur la moralité, la démocratie ou la frontière séparant le public et le privé. (shrink)

In Tess of the d’Urbervilles, the innocent Tess is the object of Alec d’Urberville’s dishonorable intentions. Alec uses every wile he can think of to seduce the poor and ignorant Tess, who works keeping hens in his mother’s house: he flatters her, he impresses her with a show of wealth, he gives help to her family to win her gratitude, and he reacts with irritation and indignation when she nonetheless continues to repulse his advances, causing her to feel shame at (...) her own ingratitude and confusion as to what is right. Tess, anchored both by her own sense of virtue and her distrust of Alec’s character, continues to hold out until one fatal night when, through Alec’s machinations, they are lost together in a wood. At Tess’s insistence Alec leaves her to scout out the path home. When he returns, he finds her asleep under a tree. Hardy does not go into detail at this critical juncture. Rather, he reflects “why it was that upon this beautiful feminine tissue, sensitive as gossamer, and practically blank as snow as yet, there should have been traced such a coarse pattern as it was doomed to receive; why so often the coarse appropriates the finer thus, the wrong man the woman, the wrong woman the man, many thousand years of analytical philosophy have failed to explain to our sense of order.”. (shrink)

Too often, we as individuals do things that harm us, that seriously interfere with our being able to live in the way that we want. We eat food that makes us obese, that promotes diabetes, heart failure and other serious illness, while at the same time, we want to live long and healthy lives. Too many of us smoke cigarettes, even while acknowledging we wish we had never begun. We behave in ways that undercut our ability to reach some of (...) our most valued goals, despite education and despite incentives to choose the right thing. What should be done?If I were to try to harm someone else in a way that alters his future seriously and perhaps irrevocably for the worse, I would be stopped. When it comes to hurting myself, though, we have a common belief that it is wrong to interfere, even if I foresee that I will very much regret what I have done, often when it is too late to fix what I have let happen. I think this makes no sense. If it is permissible, even obligatory, to stop me when I do something that seriously interferes with someone else's chances of achieving the life he wants, I think …. (shrink)

Durante los últimos años nuestra cotidianidad ha sido afectada por una larga experiencia de encierro, producto de la pandemia de COVID-19. ¿Pero es realmente nueva la experiencia del encierro? En el siguiente texto intentaremos examinar la relación entre temporalidad y encierro, a la luz de las experiencias del sufrimiento y la depresión melancólica tematizadas por Lévinas y Maldiney. Así, mostraremos que ambas vivencias conllevan una clausura al tiempo de la trascendencia que nos mueve a preguntarnos si acaso el encierro existencial (...) agota su sentido en su dimensión puramente espacial. (shrink)

The right to health care is a right to care that is not too costly to the provider, considering the benefits it conveys, and is effective in bringing about the level of health needed for a good human life, not necessarily the best health possible. These considerations suggest that, where possible, society has an obligation to provide preventive health care, which is both low cost and effective, and that health care regulations should promote citizens’ engagement in reasonable preventive health care (...) practices. (shrink)

It has apparently become fashionable of late to criticize utilitarianism for what is thought to be, in a word, its insensitivity. Utilitarianism is said to ignore the complexities of character of its agents, and because of this to impose upon them a burden they cannot well bear—a failure which, in the end, renders the adoption of the utilitarian goal fundamentally unappealing, since the more utilitarian agents try to maximize utility the more happiness is destroyed. More traditional criticisms have, of course, (...) centered around the issue of rights, obligations, and justice. The claim that utilitarianism must tolerate such unappealing practices as the punishment of the innocent has led many to reject it. At the same time, of course, perhaps just as many have defended it, demonstrating that no form of utilitarianism would allow much of this; some forms would allow none of it; and that lastly, and most importantly, it is question-begging to reject the theory for failing to acknowledge the existence of a thing when it is the very aim of that theory to call that existence into question. The debate over justice, although stirring, has often seemed destined to end in stale-mate. (shrink)

I am grateful to the Journal of Medical Ethics for asking these critics to discuss my book, and am grateful to each of the critics themselves for raising interesting and often difficult issues for me to think about.Alan Wertheimer makes a number of good points. One of the most significant, to me, is how paternalism might function at what I will call an institutional level. In my book, I endorse paternalistic actions by the state, when the cost benefit analysis justifies (...) that. I have not supported paternalistic interventions by private individuals, though. For one thing, private individuals will make decisions without public input, and without their justification being examined by experts in the field, and for these reasons they are too likely to make mistakes as to when intervention is appropriate. For another, the interventions by random individuals haranguing us about our failure to eat our broccoli is likely to drive us crazy—unexpected interference from people with no particular authority will give us just that sense of harassment I say paternalists need to avoid.However, between the public, authorised actions of a democratic state and the private actions of individuals with no authority lies the significant area of non-state institutions. Such institutions develop regulations and standards their members are expected to act in accordance with, and these in turn can have a significant impact on private persons. Of course, there have also been legal actions, notably court decisions, that have played a role here, but much of the specific interpretation of things like consent has been determined by the medical community developing what it believes to be an appropriate ethic for itself. And we know, here, that in recent years there has been a movement away from the paternalism that was once common, and a reorientation towards respect for …. (shrink)

Bryan Hall is dean of the College of Contemporary Liberal Studies and Professor of Liberal Arts at Regis University, USA. An Ethical Guidebook to the Zombie Apocalypse, his first foray into fiction...

This chapter contains section titled: What Is a Woman? “I Am a Viper Pilot” But Aren't Men and Women Different? Crossroads Notes.

This is a really good book. Brettschneider’s When the State Speaks is both provocative and persuasive, resolving a stubborn conflict within democratic theory in a way many will initially reject, but which he argues for so effectively that, by the end, the controversial appears the commonsensical.The problem Brettschneider addresses is one with which we are all familiar. In democracies we believe in the right to free speech. We believe that this right is implied by the underlying principles of democracy, and (...) believe that the exercise of this right is essential for democracy to function. We are presented with a conflict when some people use their right to free speech to advocate values that are contradictory to democracy: to argue that not everyone should be allowed to speak, to argue that not all citizens are equal, to argue that some people should be discriminated against for reasons of race, religion, sex, or other distinctions that, in a democracy, we hold to be irrelevant. The probl. (shrink)