Abstract
Este artículo busca establecer en primer lugar una doble distinción: de un lado, entre fantasía y conciencia de imagen; y, por el otro, entre fantasía y conciencia estética, ambas a partir de los trabajos de Edmund Husserl. Las dos series de distinciones se encuentran ligadas una con otra por el especial estatuto fenomenológico que Husserl concede a la imagen, el cual debe ser también sometido a aclaración. El artículo propone tres conclusiones: que la así llamada “conciencia estética” no es resultado de ninguna “epojé”; que la experiencia de la imagen entremezcla percepción y fantasía; y que esta conciencia estética exige como contrapolo a un sujeto que habita en la irrealidad del “como si”.