Abstract
De manera analítica pretende exponerse aquí la respuesta de Simone Weil a la cuestión que dejara formulada en el inicio de la modernidad, Maquiavelo, la cuestión del uso del mal. Esta cuestión queda inscrita en toda la larga reflexión que la autora francesa hiciera sobre la lógica entre medios y fines que fatalmente rige nuestra cultura, y conduce a una constante inversión en la que los medios se convierten en el auténtico fin. Entendiendo que estas dos cuestiones constituyen el núcleo de todo pensamiento político, que se ocupe de la organización de nuestra vida en común, Simone Weil no podía por menos de ocuparse intensamente en ello, de principio a fin de su obra.