Abstract
En el presente artículo me propongo, en primer lugar, exponer los aspectos que determinan una polaridad y un contraste entre lo bello y lo sublime a lo largo del siglo XVIII. En segundo lugar, mostrar que esa tensión constante no implicó una oclusión, contradicción, o superación de una estética respecto de otra. Por último, intentaré dar cuenta de los alcances éticos que fue adquiriendo lo sublime, lo cual permite pensar esta noción como un sentimiento espiritual-moral de reunificación y elevación que trasciende las fronteras del gusto y lo meramente bello. In this paper, firstly, I propose to show the aspects that determine a polarity and a contrast between the beautiful and the sublime throughout the 18th century. Secondly, I will maintain that this constant tension did not mean an occlusion, contradiction, or overcoming of an aesthetic on the other. Finally, I will try to account of the ethical scope was acquiring the sublime, which suggests this notion as a spiritual-moral feeling of reunification and elevation beyond the boundaries of taste and the merely beautiful