Abstract
Algunas formulaciones de la filosofía política reciente han descuidado el carácter históricamente indexado de conceptos como libertad política, propiedad o soberanía, propiciando un uso anacrónico e impreciso de su significado. No obstante, su posición académica y social dominante informa el «sentido común» filosófico- político de nuestra época. Locke constituye un ejemplo de cómo la coyuntura interpretativa liberal, que se desplegó en el siglo XIX y se consolidó en el XX, ha oscurecido una parte de la complejidad y pluralidad de las tradiciones intelectuales y normativas que heredó. La reconstrucción de la filosofía política lockeana a partir de su concepción fiduciaria de la libertad política contribuye a hacer de nuevo visible el significado de algunas concepciones fundamentales para la teorización normativa presente.