Abstract
La estructura lingüística «el ser» que maneja la filosofía como un supuesto sustantivo, deriva de formas verbales arcaicas y polisémicas, lo cual determina la vacuidad semántica del supuesto sustantivo «el ser». Éste no es sustantivo, ni concepto, ni principio: es un flatus vocis. La ontología y la metafísica, a fin de subsanar los vacíos conceptuales de sus respectivos sistemas, se han visto obligadas a hipostasiar u ontologizar lo que es una simple estructura verbal asignificativa: «el ser».