Abstract
Con Prólogo de José Luis Pinillos, una especialista en Estética, Ana María Leyra, y otra en Filosofía de la Ciencia, Carmen Mataix, han publicado este libro, en el que pretenden aproximar e interrelacionar conceptualmente la ciencia y el arte. Su punto de partida consiste en considerar, citando a Prigogine, que “la ciencia es sobre todo un fenómeno cultural”. Superando la escisión entre ciencia y cultura, las autoras se proponen confrontar el recorrido experimentado por la Estética desde el siglo XIX con las modificaciones habidas en la propia ciencia, sobre todo a partir de la aparición de la mecánica cuántica. Según las autoras, el principio de indeterminación de Heisenberg ha introducido a la ciencia en la vía del fenomenismo, e incluso de un fenomenismo mucho más fuerte que el que en su día propusieron Berkeley o Mach. Las discusiones entre Bohr y Einstein son comparadas, siguiendo de nuevo a Prigogine, con las que mantuvieron Leibniz y Clarke a principios del siglo XVIII. La noción de “realidad” está en el centro del debate entre los científicos, habiéndose introducido nuevas variables, como el tiempo y el sujeto, que hasta el siglo XX habían quedado fuera del contexto científico. Por el contrario, tanto el tiempo como el sujeto “ocupaban con pleno derecho el mundo de la estética, del arte o de la literatura”, temas que ahora tiene que incorporar la reflexión científica. Frente al modelo mecanicista que imperó en la ciencia moderna, las autoras proponen un “modelo estético” para la ciencia contemporánea.