Abstract
Cuanto más humana es una realidad, tanto mayor es la proximidad entre la forma y el contenido. Esta es la razón de cercanía entre la retórica y la música, aquélla como el arte de buscar la armonía entre estos elementos, ésta como una realidad en la que estos elementos se identifican más, ambas disciplinas como la expresión de la condición humana. Un análisis del lugar de la música y la retórica en el contexto de la vida y el conocimiento humano permite ver que tal vez apreciamos la retórica más de lo que pensamos, siendo que percibimos ahora la relevancia de la forma mejor que hace algunas décadas. En conclusión, la música es un puente.