Abstract
Además de explicar las diferentes concepciones de naturaleza, mundo, verbo y temporalidad en la cultura occidental y hebrea, la tesis del presente artículo es, primero, que la música en tiempos del Templo era esencial en todos los aspectos, sagrados y profanos, de la vida hebrea. Segundo, que después del exilio a Babilonia y durante la Edad Media la música se reservó sólo para el canto de la Biblia en la sinagoga. Tercero, que esta música de sinagoga, de acuerdo con la naturaleza de la palabra hebrea, es esencial para el correcto entendimiento de los textos sagrados, porque en la cultura hebrea la palabra y la música son inseparables, no como en la concepción occidental en la que la música es sólo un acompañamiento externo o adorno para el texto. Cuarto, que con respecto a la legalidad de la música profana, en este periodo de exilio, las opiniones están divididas entre rabinos rigoristas y permisivos.