Abstract
El cristianismo incorpora la creación a partir de la nada para romper con la concepción antigua del mundo eterno, no creado. Sin embargo, los distintos filósofos de los primeros tiempos cristianos comprenden esta creación de diversas maneras. En este artículo daremos cuenta de la originalidad de la comprensión que realiza de esta fórmula Juan Escoto Eriúgena (s. IX), haciendo referencia a algunas de sus fuentes. Seguidamente daremos lugar al análisis de tres obras de historia de la filosofía de la Modernidad, que supieron ser fuentes para el idealismo alemán, en lo referente a la presentación de este punto del pensamiento del autor medieval. Los tres historiadores de la filosofía, pertenecientes a diversas corrientes filosóficas, son J. J. Brucker (1696-1770), W. G. Tennemann (1761-1819) y T. A. Rixner (1766-1838).