Abstract
Tras elaborar una versión de la Historia Universal motorizada por la producción deseante, Deleuze adoptó un viraje anti-historicista, desplazándose a los devenires no históricos y multiplicando perspectivas negativas sobre la historia. En el marco del debate entre quienes le adjudican posiciones exclusivamente anti-historicistas y quienes le atribuyen una filosofía de la historia o una metodología historicista, proponemos elucidar las críticas deleuzianas a la historia sirviéndonos de la distinción entre la historia como realidad objetiva y la disciplina histórica. Además, analizamos la primacía otorgada a la filosofía sobre la historia a partir de su concepción del acontecimiento y su temporalidad.