Abstract
El pluralismo ha llegado a ser en nuestros días una concepción de la realidad, un postulado de la acción y un principio hermeneútico. Lo que está en juego es una determinada forma de pensar la pluralidad. En la tradición filosófica se ha sido consciente de esta cuestión desde sus orígenes. Platón y Aristóteles, T. de Aquino y N. de Cusa, Leibniz y Nietzsche no dudan, desde distintos puntos de vista, en concebir la pluralidad como sustentada en la unidad y ésta como explicitándose en aquélla. Bajo diferentes aspectos en que pueda plantearse la cuestión es ineludible reconocer algún tipo de presencia de lo uno en lo múltiple.