Abstract
Un pensamiento complejo es ante todo un pensamiento que relaciona. Heráclito advierte la complejidad de la naturaleza por medio de un pensamiento que no esquiva la relación paradójica entre lo uno y lo múltiple, y que comprende en una misma intuición el horizonte del mundo, el hombre y lo divino. La naturaleza, causa de vida y movimiento, es –en este contexto– una realidad auto-poética, determinada de un modo inmanente por las presencias y relaciones que ella misma determina. El presente artículo se centra en la interpretación heraclítea de la naturaleza, en las ideas de oposición y relación, a la luz del pensamiento complejo de Edgar Morin. Se trata de acercarnos al pasado sin perder de vista los problemas del presente, siendo conscientes en todo momento de la distancia, temporal e intelectual, que los separa. Entendemos las nociones de oposición y relación en absoluta respectividad: como dos modos lógicos de expresar/articular una misma realidad ontológica. Estos dos conceptos permiten componer, descomponer y recomponer la unidad-multiplicidad de lo real sin eludir su complejidad, así como pensar la naturaleza –de un modo semejante a la ciencia actual– a un tiempo como orden/desorden, ser/devenir, mismidad/ alteridad.