Abstract
El _De Institutione Musica_, uno de los primeros tratados científicos de Boecio, expone la relación entre el hombre y la música basada en la armonía musical del cuerpo y el alma, donde Platón y Aristóteles aparecen confirmando a Pitágoras, quien sería el creador de esta antropología. En nuestro análisis, la enseñanza de Boecio proviene del neo-pitagorismo de Nicómaco de Gerasa y es incompatible no sólo con las doctrinas correspondientes de Platón y Aristóteles, a quien Boecio dice honrar con la traducción de sus obras, sino con otros tratados, especialmente el _Contra Eutychen_ que se analiza aquí, por tener un fuerte componente antropológico. La pregunta que nos hacemos es si Boecio era consciente de la incoherencia doctrinal de sus fuentes. Nuestra respuesta es que él no fue inconsciente ni un traductor servil de sus fuentes, sino que él se identifica con las enseñanzas de Nicómaco sólo en la etapa inicial de su desarrollo, y esta doctrina no está integrada con el resto de sus trabajos científicos y teológicos.