Abstract
La interpretación heideggeriana de la “muerte de Dios” en Nietzsche entraña la esencial significación de un movimiento según el cual la metafísica llega a ser superada. Dicho movimiento se constata en las más influyentes de las filosofías modernas, sobre todo, en las filosofías de Kant y de Hegel. En palabras de Heidegger, después de Nietzsche “a la filosofía sólo le queda pervertirse y desnaturalizarse, de modo que ya no se divisan otras posibilidades para ella”. Esta superación compromete el conjunto de la historia acontecida del ser y permite descubrir en el seno de la misma metafísica su constitución onto-teológica. El texto examina la “muerte de Dios” a la luz del postulado de la onto-teología en cuanto esencia de la metafísica, y las consecuencias que de ello se derivan para el pensamiento de Dios en la filosofía contemporánea.