Abstract
Dentro de las diversas visiones críticas que de la modernidad se han realizado a lo largo del siglo XX, la malagueña María Zambrano nos ofrece una reflexión original y sugerente sobre el significado y la transcendencia del descubrimiento cartesiano del existente humano como cogito. El hombre nacido de la modernidad ha experimentado una merma progresiva y honda de la amplitud de su ser persona a favor de una consideración de sujeto; con ello, también la realidad ha quedado reducida a mero objeto de razón. El resultado es un hombre abismado, que vive de espaldas a la realidad, y por tanto enemistado con la verdad tal como ella se ofrece en lo real, y en consecuencia cerrado desde dentro a la transcendencia. Frente a los postulados de la modernidad, Zambrano desarrolla una razón radicalmente abierta a la vida y constituida en trascendencia.