Abstract
El llamado “argumento maestro” de Berkeley, por el cual demuestra su principio _esse est percipi_, ha recibido críticas mixtas por parte de los comentaristas: algunos defienden su validez desde sus propias interpretaciones y otros lo acusan de falaz con base en diversas objeciones. El presente artículo defiende al argumento maestro de tres objeciones por parte de Russell, Pitcher y Tipton, las cuales son referidas como _“objeción de la confusión entre el acto perceptivo y el objeto percibido”, “objeción de la confusión entre el concepto del objeto y el objeto mismo” y “objeción del solipsismo del presente”_. El autor propone su propia lectura del argumento maestro para evitar malentendidos y sostiene que dicho argumento cobra su verdadero sentido a partir de los siguientes puntos: la aclaración de los conceptos berkeleyanos de _idea y percepción_; la explicitación de la_ intencionalidad_ de la percepción en el sentido de su _dirección intencional_ hacia objetos intencionales (ideas); y la distinción entre los _dos niveles de dirección intencional de la percepción mediata_ (de una idea _por medio_ de otra), a saber: uno dirigido al _concepto o representación mental como su objeto intencional inmediato_ y el otro dirigido al _objeto representado_ como su _objeto intencional mediato_.