Abstract
Tres niveles de reflexión guían el estudio de la estructura interna del tiempo: sentido interno, multiplicidad empírica y pura, afección sensible y pura de sí mismo. Su distinción y conexión permite, por un lado, mostrar la imposibilidad de identificar tiempo y afección pura de sí-mismo (Heidegger), y ver en ésta, por el otro, el presupuesto que lo constituye como multiplicidad pura, en tanto es una actividad libre y espontánea del ánimo [Gemüt], no del entendimiento. Para llevar a cabo esta tarea el texto se centra en la síntesis aprehensiva.