Abstract
Unfinished Worlds es un libro incompleto que, en cuanto obra, unidad o ensamble, articula un caleidoscopio que permite avisar nuevas configuraciones de la obra de Gadamer. No pretendo insinuar que esté escrito a medias o que tenga cortes y errores inexplicables que dificulten su lectura. Más bien, quiero señalar que se trata de un escrito que pone en movimiento las tesis de Gadamer sobre la textualidad y asume radicalmente uno de sus postulados: no existe un sentido completo o acabado, el sentido siempre se está realizando. La ontología del lenguaje y de la lingüisticidad (o mejor, lenguajidad) nos revela su ´fundamental´ finitud en cuanto la lengua es siempre una visión parcial de mundo que sólo pervive en su trasmisión. Sin embargo, también ocurre con el sentido algo desconcertante: la belleza que se manifiesta en la obra de arte es avasalladora y acapara nuestra atención con una promesa de perfección e infinitud. Entonces, al experimentar lo bello no podemos más que decir con Goethe “so wahr, so seiend” (tan verdadero, tan siendo). ¿Cómo sobrevive la hermenéutica filosófica a esta aparente contradicción?