Abstract
Desde una perspectiva fenomenológica y hermenéutica, la mayoría de los filósofos se pregunta por la constitución de la experiencia humana del espacio. Pero, sólo recientemente algunos de ellos reconocen la diferencia entre espacio y lugar, como es el caso de Augustin Berque. En este artículo se trata de pensar, desde la ruta abierta por Paul Ricoeur, sobre la constitución de la experiencia humana del lugar, a partir de los efectos que se producen con los discursos retóricos y sus argumentos de las emociones sobre los oyentes y la comunidad en general.