Abstract
En este artículo nos proponemos caracterizar el modo paradójico y excéntrico de indagación filosófica propio del filósofo francés Michel Foucault. Esto se hará en tres momentos: en el primero, se formula el lugar que ocupan el poder, la subjetividad y la verdad en el periplo intelectual de este autor. En este sentido, la tarea filosófica del pensador francés es, por un parte, la de comprender de qué modo han sido producidos nuestros modos concretos de vivir, creer y pensar y, por otra, la de crearnos a nosotros mismos como una obra de arte; en el segundo, se propone la paradoja y la rareza como notas características de sus investigaciones, y cuya imagen que más las ejemplifica es la del cangrejo. Para explicar este carácter paradójjico son ilustrativos tanto el ejercicio de investigación del historiador Paul Veyne como el estilo singular del pintor René Magritte. Finalmente, y en el tercero, se plantea el elogio a la franqueza efectuado por Michel Foucault, cuya figura emblemática es la del parresiastés. Por eso, una característica paradójica de la personalidad de Foucault puede analizarse en uno de los términos que acuña: el de parresiastés, porque tal noción, entraña el riesgo para sí mismo que comporta el decir “esto”, “aquello” o “lo otro”, pues se trata de un decir franco, libre que adopta la forma de la crítica hacia sí mismo y hacia otros. En suma, la investigación paradójica y “rara” del pensador francés que procede por rupturas y discontinuidades conduce a entender nuestro presente y aquello que somos dentro de una perspectiva crítica que pregunta por las tecnologías y dispositivos políticos de poder que históricamente han contribuido a forjar nuestra subjetividad.