Abstract
El presente ensayo quiere reflexionar sobre la experiencia y los obstáculos –que a veces llegan a ser verdaderas contraindicaciones– de un doctorado en filosofía a partir del desafío personal que representa la decisión de tomar este camino académico y profesional, hasta la conclusión de la tesis y la defensa final del trabajo. Las consideraciones que siguen se enfocan en algunos elementos típicos que el estudiante enfrenta durante su aventura personal y universitaria de estudios doctorales, como la relación con el director de tesis, el desarrollo de la investigación, la preocupación por la financiación, etc. El campo de mediación y/o batalla entre la filosofía como trabajo y como forma de vida es la soledad del doctorando.