Abstract
Misericordia significa “un corazón que es sensible a la miseria de los otros”. Esta definición pone de manifiesto la síntesis de actividad y pasividad ambivalente que caracteriza la relación entre el misericordioso y el mísero, al tiempo que, desde un punto de vista fenomenológico trae consigo interesantes consideraciones sobre del perdón o de la simpatía. No obstante, querer superar los límites de estas dos realidades, hasta el punto de ponerse frente a la empatía, significa abandonar la perspectiva filosófica y adentrarse en la entraña del Evangelio, esto es, en el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios.