Abstract
Abraham Ibn Daud es conocido como el filósofo que en su _Ha-Emunah ha-Ramah_ (escrito originalmente en árabe ca. 1160) incorporó el aristotelismo de los _falāsifah_ musulmanes al-Farabi y Avicena al ámbito de reflexión judío. Unos 250 años después, Ḥasdai Crescas sometió este sistema a una severa crítica en su _Or Ha-Shem_ (ca. 1410). En su introducción, Crescas clasifica a Ibn Daud como un filósofo aristotélico, pero no se refiere más a él. Basándose en investigaciones previas, el artículo examina la cuestión de hasta qué punto el trabajo de Ibn Daud fue relevante para Crescas. Paralelos literarios exactos que apunten a una clara influencia de Ibn Daud en Crescas con respecto a las doctrinas filosóficas son difíciles de descubrir porque las fuentes filosóficas de Ibn Daud son las mismas que las de Crescas. Además, el pensamiento de Ibn Daud muestra muchas similitudes con el de Maimónides y también con el de Gersónides, cuyas opiniones Crescas critica. La exégesis bíblica aporta más resultados: se puede demostrar que Crescas se basó en el uso de ciertos versículos bíblicos por parte de Ibn Daud. Es probable que la interpretación de Ibn Daud del Salmo 139 en relación con el problema clave del conocimiento de Dios, así como su uso de la metáfora de la luz, hayan llevado a Crescas a reflexionar sobre la relación entre filosofía y religión.