Abstract
Si la virtus de la Antigüedad era la fuerza, la valentía y el coraje, y en la modernidad la diligencia, el trabajo, el mérito y el esfuerzo, actualmente se ha instalado la commoditas, una suerte de pseudovirtud nihilista que reivindica la ociosidad, el igualitarismo radical y el entretenimiento. La sociedad contemporánea posmoderna ha superado tanto la metafísica filosófica grecorromana como la teología cristiana, tanto el racionalismo y el empirismo ilustrado como el idealismo romántico decadentista y el positivismo materialista, y ha entrado en una suerte de fin de la historia de nihilismo lúdico autocomplaciente y autosatisfecho. Concluimos que la commoditas está para quedarse y reconfigurará la naturaleza del ser humano en función de una nueva mentalidad que empalidece a la tradición hasta prácticamente anularla.