Abstract
En este artículo desarrollo una crítica hacia posturas transexcluyentes, que niegan el reconocimiento como mujeres de las mujeres trans, bajo la óptica de la filosofía del lenguaje cotidiano del segundo Wittgenstein. Aunque este autor nunca se posicionó en ese tema, varias de sus intérpretes feministas, como Toril Moi, Cressida Heyes y Hilde Lindemann-Nelson, han elaborado una crítica antiesencialista para evitar el reduccionismo biológico del término «mujer» y ampliar su uso. Siguiendo a estas filósofas, mi tesis es que varios contenidos de la obra tardía de Wittgenstein (uso cotidiano del lenguaje, argumento contra el juego de lenguaje privado, parecidos de familia y conceptos de límites borrosos) pueden contribuir a aclarar ciertos usos del concepto de «mujer» y a criticar los presupuestos esencialistas que subyacen a las propuestas feministas transexcluyentes.