Abstract

La disertación pretende dibujar un futuro alentador y esperanzado para el cristianismo. Después de presentar con brevedad algunos rasgos del cristianismo en el inicio del milenio y que parecen, a tenor de sus manifestaciones, desalentadores o negativos para la fe cristiana hoy, el contenido de la ponencia se centra en hacer un análisis reinterpretativo sobre el fenómeno de la secularización de la mano de dos personajes: Tony Blair y Jürgem Habermas . El primero sueña con la coexistencia pacífica de las religiones y en el reconocimiento de la pertinencia y de la modernidad de la fe. El segundo autor observa cómo en las sociedades europeas, las religiones se presentan como verdadera ‘cajas de resonancia’ con vocación pública’. Después de analizar algunos equívocos de comprensión sobre la tolerancia y de analizar los cambios de paradigma de la sociedad contemporánea y su influencia en el interior mismo de la Iglesia, se concluye exponiendo que la recuperación de la identidad religiosa sigue siendo una de las tareas pendientes de la comunidad eclesial. Ésta se recupera cuando asumimos como tarea primordial que hay una vida superior que da a toda vida humana sentido y sabor, una vida que nos introduce en la eternidad misma de Dios y que se llama precisamente vida eterna. No existe, por tanto, una tarea más urgente en la actualidad para nuestra Iglesia que aquella de devolver el gusto de la eternidad