Abstract
En el artículo se retoma el problema de la “identidad personal” con el fin de mostrar que la forma como ha sido planteado conduce a un callejón sin salida o a una antinomia insoluble: o se acepta el “yo” como una entidad metafísica, una sustancia permanente, una cosa, una sustancia consciente o “un yo” inmaterial alojado en el cuerpo, o, por el contrario, se niega una entidad de ese tipo y se rechaza como un fantasma metafísico. Además, se pretende demostrar que el dilema se origina en un planteamiento equivocado del problema apoyado en presupuestos falsos muy arraigados en la filosofía y aceptados desde la Modernidad. Tales presupuestos son El sustancialismo y la cosificación, el paralelismo psicofísico y la perspectiva egocéntrica. Finalmente, se plantea y se analiza la salida que ofrece Ricoeur a través de la “identidad narrativa”.