Abstract
Según los Anales Eclesiásticos de Ortiz de Zúñiga la Hermandad del Cristo de la Corona gozó de gran devoción popular durante los siglos del barroco, estableciéndose en la antigua capilla del Sagrario de la catedral hispalense desde sus orígenes. Tras la inauguración del nuevo templo en 1661 la hermandad se trasladó a su actual capilla en el nuevo Sagrario en 1716. La nueva capilla, con sus dos retablos, han configurado desde el pasado la imagen actual del nazareno de la Hermandad de la Corona. La escultura, talla anónima del último tercio del siglo XVI, presenta el abrazo de Cristo a la cruz antes de su muerte, rescatando modelos iconográficos procedentes de Italia o Alemania a través de los grabados, y desarrollados a través de representaciones pictóricas, como las de Sebastiano del Piombo.