Abstract
Será entrando en el siglo XXI, cuando la configuración tecnológica digital, con sus redes virtuales, tecnocientíficas y sus flujos de información, solidifican el cibermundo, el cual, como sistema, está constituido por fibras de poder, control virtual y sus componentes económico, educativo, político y cultural. Con ellos tenemos ciberpolítica, cibereconomía y cibercultura en esas sociedades de redes sociales, las cuales han producido acontecimientos distintos de otros tiempos históricos. Vivimos unos tiempos cibernéticos muy diferentes a los que describieron filósofos y sociólogos como Ortega y Gasset, Christopher Lasch, Michael Young o Daniel Bell. Los nuevos discursos estudian los acontecimientos sociales, políticos, educativos y culturares que se encuentran interactuando en el cibermundo, bajo condiciones de profundas desigualdades sociales, que bien trabaja el economista Piketty, por ejemplo. Como propuesta teórica, asumimos la teoría del sujeto cibernético que implica una dimensión justa de la meritocracia entre redes cibersociales, que implica las comunidades inteligentes virtuales de dimensiones ética y de resistencia cívica.