Abstract
La distinción sexo-género, introducida en la teorización feminista de los años setenta, habría puesto de manifiesto la pertinencia de distinguir entre el sexo y las representaciones socio-culturales e identitarias en las que aquel encontraría su despliegue. De la mano de Judith Butler, la teoría queer parece haber llevado esta distinción hasta el extremo, al sostener que existiría una discontinuidad radical entre los cuerpos sexuados y los géneros culturalmente construidos, y proponer una concepción performativa del género, que pondría de relieve el papel central del sujeto en la configuración de su propia identidad. Sujeto que, sin embargo, ya no sería reconocido como mujer o como hombre, pues toda categoría referente a la distinción entre los sexos o entre los géneros binarios (masculino-femenino) habría sido cuestionada de forma radical. A partir de una aproximación a la distinción inicial sexo-género en el marco del debate feminista y de sus antecedentes, el objeto de este trabajo es indagar cómo se plantea esta distinción en una de las obras emblemáticas y pioneras de la filósofa norteamericana Judith Butler ―Gender Trouble―, a fin de abrir algunas líneas de discusión en torno a las aportaciones y limitaciones que habría traído consigo un discurso que nos confronta con la pregunta fundamental por la configuración de la identidad sexual y de género de la persona.