Abstract
La filosofía política del mundo Occidental ha tratado de concordar la política con la moralidad desde Sócrates, Platón y Aristóteles hasta nuestros días. Tomando pie en las propuestas de Rawls y Platón, el autor se pregunta si es posible constatar las partes determinantes de una teoría de la justicia que aspirara a ser completa superando las insuficiencias clásicas. Para ello, el paso previo es distinguir entre ética, moral y política. La conclusión será que no hay Justicia sin igualdad y sin ley, pero si nadie defiende la igualdad y la ley, ambas tenderán a desaparecer y si desde ningún ángulo se organizan operativamente las ideas tenderán a fracasar la ley, la igualdad y la humana condición en lucha.