Abstract
Con el presente artículo se procura mostrar que Hobbes, aunque sea uno de los padres fundadores del paradigma individualista político moderno, no es un contractualista, insistiendo para tal efecto en su obra Leviatán. El soberano no nace así mediante el contrato social y político que daría origen a la sociedad, sino que más bien el contrato presupone la figura del soberano, sin la cual la sociedad política individualista ni siquiera existiría. La cabal comprensión del poder soberano es entonces el principal objetivo de Hobbes.