Abstract
El presente ensayo intenta explorar, siguiendo un filón abierto por Hannah Arendt, la hipótesis de que, en buena medida, el más eximio representante del liberalismo contemporáneo John Rawls no sólo asume el modelo contractualista hobbesiano, sino que vía Adam Smith, se apoya en su metafísica. Del mismo modo se sugiere que si el punto de partida de la teoría de la justicia de Rawls es la concepción del individuo : "como un sujeto autónomo capaz de orientarse por fines generalizables en la vida pública", tal premisa no sólo muestra la deuda de Rawls con Kant, sino que ella ha sido igualmente determinante para la filosofía de Hobbes y para la teoría económica de Smith. Por último, mi tesis es que tanto la "mano invisible" de Adam Smith como "los dos principios de la justicia" de John Rawls persiguen mutatis mutandi el mismo telos del "Leviathan" de Thomas Hobbes; a saber, instaurar una "Sociedad Bien Ordenada"