Abstract
En este artículo artículo se demuestra cómo las violaciones a derechos humanos y la comisión de crímenes internacionales dentro de países subdesarrollados y emergentes pueden ser originados en otros países que representan grandes potencias a nivel mundial. En específico, se analiza cómo armas de guerra fabricadas por la empresa alemana Heckler & Koch fueron el medio para atacar estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en México, por parte de policías municipales. Asimismo, se profundiza en conocer cuál era el propósito de usar estas armas de guerra, quiénes son responsables, y cómo pueden juzgarse estos hechos.