Abstract
El presente artículo se propone indagar en la praxis de extrañamiento que lleva acabo Gómez de la Serna en El Rastro (1914), praxis que será esencial de cara a comprender uno de los vectores fundamentales de la (ulterior) objetología surrealista. Dicha praxis comprende al menos ocho prácticas o posibilidades de deshacer que afectan al Límite (que discrimina y jerarquiza), al Futuro (ingenuo y dictatorial), a la familiaridad hogareña burguesa (que encarcela y amodorra), a la funcionalidad utilitaria (que banaliza), a la idealidad falsa (de los prestigios de la ciudad), a la propiedad (de nuestras cosas), a uno mismo (praxis de desasimiento), y al propio texto. Estas prácticas configuran un extrañamiento masivo, aunque sereno, con una clara proyección de trascendencia poética, existencial y metafísica.