Abstract
La sobre-tecnificación inhumana ha promovido una visión reduc- cionista que afecta la forma en que se ejerce la medicina, dañando gravemente la relación médico-paciente. La carencia de formación en competencias humanísticas determina una visión utilitarista y sociobiologista. La deficiencia en la comprensión con respecto a las emociones individuales y ajenas es determinante en las habilidades sociales que, como médicos, debemos promover en las próximas generaciones, de modo que logremos recentrar la atención médica y científica en una visión antropocentrista. La Inteligencia Emocional (IE) es definida como la habilidad para percibir e identificar las emociones ajenas y propias, para discriminar entre ellas y utilizar dicha información para guiar el pensamiento, actuando en consecuencia. Es necesario estructurar la educación médica de las competencias humanísticas en beneficio del ejercicio profesional, fundado en habilidades de comunicación que reflejen una visión integral del ser humano. Se llevó a cabo una revisión de 83 artículos, con la finalidad de identificar la relación existente entre la Inteligencia Emocional y la relación médicop-paciente, presentando un panorama integral sobre la relevancia que la enseñanza de dichas competencias tiene en la educación médica del siglo XXI.