Abstract

San Manuel Bueno, mártir no tiene carácter "trágico" o "nadista": significa una ventana abierta a la esperanza de que el "agonismo" unamuniano puede ser superado si se entiende la fe no como una mera adhesión intelectual a ciertos dogmas sino como la voluntad de inmergirse en una comunidad creyente y fundar modos elevados de unidad. Angela es la "portadora de la buena nueva" de que, si se vive como se creyera, acaba uno obteniendo la fe, como indicó Unamuno en el Diario íntimo. Angela es la voz del Unamuno que vivió la conmoción religiosa de 1897. Don Manuel, tal como es visto por el pueblo, representa al Unamuno triunfador. Blasillo el Bobo refleja el modo como Don Manuel -y, por tanto, Unamuno- se ve a sí mismo en el aspecto religioso