Abstract
El método de L’Action de 1893 de Blondel presenta un carácter fenomenológico, pretendiendo el acceso a la pluralidad de los fenómenos desde lo concreto, sustentado sobre la praxis como mediación dinámico-concreta y sintético-universal. Manifiesta su rigurosidad en su despliegue reflexivo de la conciencia de la experiencia inmediata del yo-encarnado-en-acción, encontrando en la inmanencia la norma de su proceso, abierto por la tensión respecto del horizonte de sentido del problema humano considerado en todos sus factores, y cuya plena implicación reclama trascendencia, alteridad. Ofrece una apertura a la pluralidad de los factores de la existencia sin exclusión ni contradicción.