Abstract

La dimensión ética respecto al uso de la inteligencia artificial es hoy un debate obligado en diversas áreas del conocimiento. Los beneficios de la IA en la educación son innegables, sin embargo, invitan a los educadores a una reflexión profunda respecto a los objetivos que se espera alcanzar en los aprendizajes, así como a los riesgos que este tipo de tecnología presenta. A través de una revisión bibliográfica sobre los alcances éticos en educación, se constata la existencia de diversas regulaciones que, desde la perspectiva humanista, apuntan a un uso responsable, sin perder de vista que el fin último es la persona y su dignidad. La ética corre tras los avances tecnológicos, pues la reflexión sobre el uso adecuado de ellas no logra anticiparse a su rápida implementación. Unesco y el Consenso de Beijing señalan que la IA debe estar al servicio de la educación y que es crucial promover una utilización equitativa e inclusiva, transparente y responsable. Generar confianza debe ser el pilar fundamental de esta construcción ética, por ello exige que los líderes escolares y los docentes reflexionen la finalidad del uso; se promueva una adecuada capacitación; se identifiquen beneficios y riesgos y se incorpore a toda la comunidad educativa.