Abstract

El método socrático ha sido caracterizado frecuentemente como un método de refutación. En este artículo me propongo demostrar que el elenco es más que eso: el examen dialógico conduce a conclusiones finales sobre la cuestión atendida; arroja razones que generan confianza en la tesis defendida; exhibe la ignorancia del asunto y, en consecuencia, despierta el asombro y la curiosidad, elementos clave para filosofar. Más aun, el elenco contiene una misión ética: conocerse a sí mismo es una tarea ardua que sólo se da si se examina diariamente la vida propia, y, partiendo del autoconocimiento, es posible determinar qué es necesario para mejorar como seres humanos.