Abstract
El autor defiende una versión moderada de la teología política y moral. En su opinión, la autoridad y la soberanía tienen un contenido independiente del marco religioso teológico, aunque estos conceptos encajen en una imagen teológica del mundo. Encajar en una imagen es confundir un modelo de realidad con la propia realidad, sin ser consciente de ello. Por tanto, lo que se plantea hacer el autor es analizar una idea de la autoridad como si estuviera representada por una imagen religiosa. Se trata ciertamente de una imagen, no de la imagen. Es la imagen de Dios como el ser supremo que toma decisiones sin que Él sea el deliberador. El autor la denomina una imagen decisionista de Dios. Es la genealogía de la autoridad la que capta su interés. Avanza su genealogía sobre la idea de la autoridad en tres fases. Primero, trata de la autoridad de Dios. Segundo, de la autoridad de los mensajeros de la palabra de Dios. Finalmente, en tercer lugar, trata de la autoridad de la palabra de Dios, concretamente de la autoridad de las Escrituras.