Abstract
Ganar conciencia del pluralismo en el que discurre en sus diferentes ámbitos la vida de nuestro momento histórico presupone haber aceptado que la movilidad de la existencia se da en el fluir interpretativo de todo sentido y que la verdad humana es radicalmente temporal. Vivir en un mundo determinado globalmente por imágenes fugaces de portentosa manipulación electrónica tiene que habernos sensibilizado al fluir incesante de todo sentido, cuyo sistemático desconocimiento hizo que durante tanto tiempo se desconociera y reprimiera ideológicamente la creatividad interpretativa del ser humano. En la filosofía de la segunda mitad del siglo XX, como lo vamos a bosquejar en toda brevedad, se dio, sin embargo, la rehabilitación de la interpretación en tanto que la auto-comprensión de las ciencias humanas se vio circundada de aires de liberación que resultaron de la creciente concientización de la temporalidad radical de lo humano. [Fragmento]