Abstract
Las pretensiones del autor son: Clarificar los conceptos, objetivos y criteriología de la teoría política. Señalar las diferencias fundamentales de dos concepciones opuestas de la historia: modernidad e historicismo. Subrayar la unidad que tales diferencias ocultan y mostrar sus deficiencias y oscuridades. Proponer una nueva unidad de medida de las actuaciones públicas, que concuerde con la estructura de la acción y con la práctica ordinaria. Para ello se emplea un método crítico y constructivo: el análi sis de la contraposición actitud ética-actitud política permitirá constatar los endebles cimientos de esta dicotomía, obligando a la fijación de coordenadas que no la incluyan, coordenadas según las cuales la evaluación política no será el juicio de las motivaciones de la acción, sino de sus resultados previsibles.