Abstract
El presente artículo intenta explorar una relación metódica y temática entre dos existenciarios: mismidad y temporalidad, en sus respectivos límites de aparición, en una obra de gran complejidad como Ser y Tiempo, a fin de poder captar, con la radicalidad que solo la fenomenología permite hacer valer, la unidad integral del ser del Dasein, un ente caracterizado y señalado, a diferencia de los demás entes intramundanos, por la existencia de un modo raigal, ontológico. La conclusión apuntará a vertebrar el análisis existencial en una experiencia primaria como la del sí-mismo.