Abstract
En este artículo se analiza el status histórico de la caída del muro de Berlín, considerado, en su momento, el suceso que marcaba el colapso del comunismo y, con él, el “fin a la Historia”. Al efecto se examina tanto lo que supuso la construcción del muro cuanto su caída, dentro del proceso de deconstrucción de límites y fronteras que, al parecer, define nuestra especie. El análisis llega a la conclusión de que, si bien se trató de un suceso trascendental que, junto a otros factores, abrió paso a un mundo “glocalizado”, no supuso ciertamente el “fin de la Historia”.