Abstract
El valor moral de nuestra vida práctica depende de nuestro conocimiento de valores. Más aún, según Scheler, la intuición adecuada de un valor plenamente dado motiva necesariamente nuestro querer a la realización de ese valor. Pero lo habitual es, más bien, que los valores de diferentes tipos nos sean dados en diferentes grados de inadecuación. Por esa razón, estamos sometidos a posibles engaños valorativos y, por tanto, a la posibilidad de una vida éticamente mala. Con el fin de mostrar las formas y fuentes de engaño valorativo identificables a priori, este artículo aborda, en primer lugar, la correlación estratificada entre valores y emociones intencionales a partir de los sentidos schelerianos del concepto de ordo amoris; en segundo lugar, se considera algunas “medidas del conocimiento” para, a partir de ellas, distinguir dos grandes tipos de trastorno del ordo amoris basados en diferentes formas de engaños o ilusiones del sentir, preferir y amar.