Abstract
Vivimos en una era donde lo secular tiene su sello. El curso de la historia así lo revela. Independiente de esta situación sostengo la viabilidad de la experiencia religiosa, en un contexto de explicaciones sobre el rumbo de la existencia marcada por el imperio de la razón. Para su comprensión como posibilidad de sentido, apelo al silencio como clave interpretativa por entender que en el silencio se revela el diálogo creyente en cuanto condición de apertura, por tanto, condición de aceptación de una realidad que trasciende la simple explicación racional y que, no en pocas ocasiones, determina el rumbo de la existencia tanto personal como colectiva. Palabras clave: Filosofía de la religión. Secularidad. Fe. Silencio.