Abstract
En el presente artículo se propone una interpretación acrática de la Medea de Séneca en la que se plantea el conflicto moral como una batalla entre dos disposiciones dentro del principio rector: una disposición orientada hacia la recta razón, o voluntad de Zeus, y otra hacia la opinión. En tal sentido, se intenta desafiar los análisis que niegan la posibilidad de la acrasia en la doctrina estoica al proporcionar una perspectiva alternativa para el estudio del fenómeno de la incontinencia fuera de la teoría motivacional aristotélica y del intelectualismo socrático. Esta interpretación se apoya en el análisis de Richard Joyce de la Medea de Eurípides, que caracteriza la acrasia como un conflicto que surge de la autonomía del hegemonikon, y en la tesis disposicional del hegemonikon de Irene Liu, quien aboga por una lectura del Sabio estoico que va más allá de las visiones tradicionales.