Abstract
Este artículo analiza críticamente tres modelos diferentes del ser humano: el homo faber, o humanismo tecnocrático, dominante en la modernidad desde Descartes y Bacon hasta Marx; el homo natura y el homo ludens, que representan modelos antihumanistas de la modernidad tardía. Frente a estos modelos podemos encontrar un cuarto: el homo patiens o humanismo excéntrico, abierto a Dios, los otros y la naturaleza. Sólo este modelo da un fundamento consistente a la universalidad de los derechos porque este identifica los conceptos de persona y ser humano.